Festo reúne talento femenino para debatir sobre la brecha de género en ciencia y tecnología

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero, Festo organizó una mesa redonda en su sede de Barcelona, que también se emitió en streaming. Este evento forma parte del compromiso adquirido por Festo hace un año al adherirse a la Alianza Steam, promovida por el Ministerio de Educación y Formación Profesional para fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas en niñas y jóvenes.

La principal conclusión del debate fue que, si bien las condiciones socioculturales para reducir la brecha de género en ciencia y tecnología son más favorables que nunca, todavía no son suficientes a la vista de los últimos datos.

Un reciente estudio presentado por el Ministerio de Educación Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM indica que cada vez menos chicas eligen estudiar matemáticas e informática. La brecha de género, lejos de reducirse, ha crecido en las últimas décadas entre el alumnado de bachillerato, FP y universidad. El informe añade que las alumnas son minoritarias en las disciplinas STEAM, una constante que se repite desde el bachillerato hasta los doctorados universitarios.

Pasión por la innovación y la tecnología

El debate, conducido por la periodista barcelonesa Ruth Gumbau, contó con la participación de siete mujeres de diferentes edades y perfiles profesionales con un común denominador: su pasión por la innovación, la tecnología, la ciencia y la industria.
⎯ Pepa Sedó, responsable de políticas y programas de financiación de la I+D en Eurecat – Centro Tecnológico de Cataluña.
⎯ Mar Masulli, CEO y cofounder de BitMetrics.
⎯ Rita Maria Planas, docente e investigadora de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), Universidad Politècnica de Cataluña.
⎯ Júlia Borras, investigadora asociada del CSIC en el IRI – Institut de Robòtica i Informàtica Industrial, CSIC-UPC.
⎯ Xènia Tena, estudiante ingeniería química en el Instituto Químico de Sarrià (IQS).
⎯ Maria Teixidó, conversion & data analyst in Digital Sales Hub de Festo.
⎯ Lucía Marquina, responsable técnica de aplicaciones de automoción en Festo España y Portugal.

El referente como estímulo

En primer lugar se puso de relieve la importancia de tener un referente para suscitar el interés por los estudios y profesiones STEAM. Sobre este punto se señaló que estos referentes pueden ser muy distintos en cada experiencia individual. “Para algunos será una figura histórica conocida, como Marie Curie, pero en mi caso fue la profesora de química la que me transmitió la pasión por la ciencia“, señaló Xènia Tena.

La función del profesorado como inspiración y estímulo, complementada por la familia, fue una idea ampliamente compartida por las participantes. Rita Maria Planas apuntó que “mis padres fueron mis referentes porque vivieron en una época de fuerte discriminación de la mujer y siempre se rebelaron contra ello”.

“Todas las personas que se cruzan en tu vida acaban siendo un referente de uno u otro modo”, aseguró Júlia Borràs, quién subrayó que el interés por una materia determinada “hace que uno mismo acabe encontrando a aquellas figuras que le servirán de guía”.

Síndrome de la impostora

Otra cuestión clave dentro del debate fue el síndrome de la impostora, es decir, la sensación que experimentan en ocasiones algunas mujeres de tener menos valía profesional de la que poseen en realidad. Algunas de las participantes reconocieron haberla sentido en diferente medida.

Lucía Marquina reconoció que “el síndrome existe”, pero recordó que “con el tiempo, la autoestima permite vencerlo”. Frente a esta sensación, Pepa Sedó reivindicó el poder del talento femenino ya que las estadísticas ponen de manifiesto que las mujeres son perfectamente capaces de competir por un puesto profesional y ganarlo, aunque la presencia masculina sea predominante.

Discriminación positiva y roles tradicionales

La educación debería superar los roles tradicionales de género. Sobre este punto las participantes en el debate coincidieron en que no existe “una manera femenina de hacer las cosas”. “Hay muchas feminidades, tantas como mujeres”, señaló Pepa Sedó. Esta pluralidad se convierte en valor ante desafíos tecnológicos específicos. “Cuanta más diversidad haya a la hora de crear algoritmos de inteligencia artificial, menos posibilidad habrá de sesgos de género y de todo tipo”, sostuvo Mar Masulli.

Reto abierto

La brecha de género sigue siendo un reto abierto. Según Maria Teixidó, “por una parte, es verdad que cada vez acceden más mujeres a carreras científicas y tecnológicas, sin embargo, en el ámbito académico, los escalafones más altos, como las cátedras, siguen ocupados por hombres“. De hecho, recordó que “solo el 21% de mujeres llega a esos niveles, lo cual es muy poco“. Su conclusión fue que “hemos avanzado, pero nos queda un largo recorrido por delante“.

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