YOI, nace una biobotella de agua mineral de alta calidad 100% biodegradable que se convierte íntegramente en compost

YOI es un envase residuo cero, 100% compostable,reciclable y vegetal, reutilizable y orgánico.

  • Es un producto pionero, una botella única de origen vegetal, vegana, compuesta por cáscara de lino y azúcar de caña, 100% biodegradable y compostable que, además, contiene agua mineral natural de alta calidad.
  • YOI significa ‘bueno’ en japonés y “es una marca que quiere ser buena con el planeta desde su inicio”, en palabras de su diseñador Eduardo del Fraile, con amplia experiencia en crear productos con valor añadido.
  • Su fabricación genera un 60 % menos de huella de carbono que la botella de agua mineral tradicional y, sobre todo, el envase se convierte en compost una vez desechado, de modo que, evita los micro plásticos.

En su apuesta por solucionar el consumo y la fabricación expansiva de agua embotellada en envases de polietileno tereftalato, más conocido con las siglas PET, uno de los mayores contaminantes de nuestros océanos, el diseñador Eduardo del Fraile ha creado, junto con el empresario Fernando Durán, la marca YOI. Bajo esta denominación japonesa que alude a ‘bueno’, YOI es la primera biobotella de agua mineral natural que se fabrica en España a base de materiales vegetales y está hecha con almidón, cáscara de lino y caña de azúcar. Es un producto pionero, único en el mercado.

Proceso de investigación

El proceso de creación de YOI se ha realizado a lo largo de cinco años de investigaciones, realizadas en paralelo. Por un lado, se ha buscado un agua mineral natural de gran calidad que procede de un acuífero de Saldaña (Palencia) y, por otro, se ha investigado profundamente para crear una botella vegetal, reutilizable y compostable. YOI es una botella que, en condiciones industriales de compostabilidad, tarda en descomponerse alrededor de 180 días, al menos en un 90%, en contraste con los cientos de años que tarda en hacerlo un PET que, además, genera micro plásticos. Tapón, envase y etiqueta son 100% biodegradables y compostables y otra de las ventajas medioambientales que aporta YOI es que su fabricación genera un 60% menos de huella de carbono que las botellas de agua envasada porque precisa de menor gasto de energía y transporte, al fabricarse en la propia planta de embotellado.

Además, el envase se convierte en compost una vez desechado y tiene mayor vida útil que el PET porque YOI sí que puede rellenarse cuantas veces se desee. “Sin duda, un fin de ciclo de vida totalmente recomendable para un envase en relación con el medioambiente”, en palabras de Eduardo del Fraile.

Altas propiedades del agua

YOI contiene un agua con altas calidades y muy equilibrada, fina al paladar, con bajo residuo seco, bajo contenido en sodio y PH elevado (PH8), lo que la convierte en un agua que no hace trabajar excesivamente al riñón y que es apta para el consumo infantil. No en vano, ha obtenido el Diamond Taste Award en los International Taste & Quality Institute de Bruselas.

Normativa europea

YOI posee una declaración de conformidad con la organización CLIFE (Comité de Industrias Francesas de Embalaje) y cumple la Normativa 432 perteneciente a envases compostables, firmado por el comité francés de biodegradabilidad. La envasadora también pertenece a AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico), de Paterna, donde se están gestionando varios certificados en la actualidad.

Sobre Eduardo del Fraile

Diseñador multidisciplinar especializado en branding, packaging y producto, formado en la Escuela Elisava de Barcelona y en HDK Valand, Escuela de Diseño y Artesanía de la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Le gusta comparar su estudio con “un restaurante de pocas mesas, que ofrece una experiencia diferenciadora y única, con especialización en proyectos de largo recorrido, creando una relación extensa y provechosa para sus clientes”, indica. Entre sus diseños más destacados, escoge “un wok para una gran cadena coreana de comida para llevar, realizada en material ecológico a base de bagazo, a partir de semillas de lino; una manzana ‘take away’ para Llaollao; la complicada realización de la aceitera Oliva con forma de aceituna; o, la compleja elaboración de un ron presentado en una cabeza de cerámica con forma de gorila”, concluye.

Según Eduardo, “La visión propia del trabajo es una metáfora visual que aplico en el estudio desde hace mucho tiempo y consiste en llevar desde el mundo plano al volumétrico ciertos símbolos que se convierten en objetos, añadiendo un valor emocional y planteando un pequeño reto al consumidor. El punto de vista de un diseñador gráfico dentro del mundo del producto puede resultar en algunos casos única”, en palabras del fundador del estudio. Como director de arte ha sido galardonado con los premios New York Festivals, Clio Awards, Laus, RedDot, Pentawards, entre 150 diseños alrededor del mundo, y también es un solicitado ponente y docente y ha sido jurado de notables certámenes de diseño.

Para el diseñador, de origen vallisoletano con estudio en Alicante, “el proyecto perfecto consiste en crear una estrategia tan diferencial y acertada en el proceso de diseño que confluya en un resultado visualmente hipnótico y permita al cliente recuperar su inversión con creces”.

El diseñador Eduardo del Fraile será el encargado de diseñar el Anuario 2023 de Informe Cotec, que desde 1996 refleja la evolución histórica de la I+D+I en España, a través del análisis de los principales indicadores autonómicos nacionales e internacionales.

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